Desnudos, como dios los trajo al mundo. Cachondos, y no era dios quién los había puesto así. Mordiscos, lametazos, chupetones. Besos sin control. Choques de dientes. De un momento a otro llegarían puras embestidas animales. Entonces paró de pronto, se deshizo duranto solo unos instantes del contacto de sus pieles y la miró fijamente a los ojos, enormes.
-Dame un besito de esquimal, de esos de rozar las narices.
1 comentario:
ese beso nos lo dimos nosotras xD
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