miércoles, 15 de diciembre de 2010

¡Atentos!¡El nuevo Nobel!

En una filológica tarde como esta de hoy he tenido el placer de presenciar, en mis intentos y los de unos cuantos más de intentar memorizar el temario de una asignatura absurda y aburrida llamada "Teorías y Modelos lingüísticos (ahí queda eso), al que, puedo asegurarlo, será el nuevo premio Nobel de Literatura. Es más, considero que lo de Vargas Llosa ha sido una total estafa; Borges, pensarán ustedes. No, les diré yo, emulando las conversaciones de este fantástico autor, creador y lector, Don (como no podría ser de otra manera) Rodrigo Rubio, el Nobel de la erre sonora en su nombre.

Abriendo boca dejo manifiesta en este modesto blog una de sus poesías de ocasión, improvisaciones al ras del escalón de la Biblioteca del gran Antonio de Nebrija. (Sí, filólogos, tema cuatro, ¿alguién ha llegado ahí?)


Lector
¿Qué?
Cacahué
D. Rodrigo Rubio

¡Qué léxico!, ¡Qué complejidad!, ¡Qué capacidad para dotar a tres complejas palabras de la mayor calidad poética que serán ustedes capaces de presenciar en todo su devenir poético! Un aplauso para este gran autor, que como mínimo merecerá un Cervantes para limpiarse el culo con él.


*Cómo serán ustedes capaces de comprobar, está asignatura está haciendo estragos en nosotros.

6 comentarios:

Rocío dijo...

Jajajajaja
Son sólo tres palabras pero eso sí, están dotadísimas de una gran carga semántica! jajaja
Qué nombre más raro tiene esa asignatura ¿no? ¿Es por lo del Grado? Yo lo que he tenido ha sido toda una variedad de asignaturas de Lingüística (diacrónica, general, histórica...) para dar y regalar!

Suerte y paciencia :)

Natalia dijo...

Suerte con los exámenes, pero se ve que estás muy bien acompañada... ¡Un Nobel, nada más y nada menos! ¡Quién pudiera! ;)

Javier Mendieta dijo...

Te odio

Javier Mendieta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eco dijo...

¡¡Dios!! ¡¡Yo conozco a ese hombre!! Cuando gane el Premio Nobel iré a Sálvame a contar sus trapos sucios de juventud... como cuando se emborrachaba y acababa dando vueltas por los parques en ropa interior femenina (con tanga, no bragas) y gritando "¡Peneeeeeeeee!", para escándalo de madres, niños y monjas que paseaban por ahí a las cinco de la tarde.

Mei dijo...

JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
No os metaís con mi Nobel, que eso solo lo hizo una vez y solo fue para buscar a la musa de su poesía.