domingo, 2 de enero de 2011

MALDITO

Me va a perdonar usted, señor calendario, pero se han acabado sus años, sus fiestas y sus días contados. Adiós le digo a su trivialidad normativizada en números negros y rojos, en hojas blancas rodeada de una línea azul que parece encarcelar treinta periodos de veinticuatro horas de tu vida. Hasta la vista horas, minutos y segundos. Hasta más ver día de la Comunidad Autónoma de Navarra y Epifanía del Señor. Ni un solo año va a volver a acabar por la simple razón de que no empezará, porque no volveré a arrancarte esa hoja tuya en la que pone ¡Feliz año!; sé que no la quieres, pero es toda para ti, en venganza de esa sensación de restrospección que provocas en las pupilas llorosas de toda la familia, pensando en los que faltan y no en los que están por llegar. Odio recordar malos momentos sucedido en un espacio de tiempo absurdo y que se me encoja la barriga porque tu has decidido, maldito, que celebremos que te acabas. Nunca para mí volverás a empezar. Se acabó. A partir de ahora voy a contar mi vida en momentos.

4 comentarios:

Así hablo Zarathustra dijo...

Increíble reto. Estoy seguro de que es posible. Suerte y un beso

Marcodefotos dijo...

siii en momentos, en recuerdos, en sensaciones... una forma mucho más bonita de medir nuestro tiempo =)

verdugo dijo...

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Rocío dijo...

Yeah! como dije yo en mi blog! no contar más nuestro tiempo ni en años ni en días ni en meses! sino en vivencias.
Mucho más reconfortante desde luego.