jueves, 29 de julio de 2010

Abrazos que incendian la aurora en las playas del sur

La luna de verano brillaba, redonda. El agua corría por la orilla, jugaba con la arena de la misma forma que el alcohol corría por sus venas y el sudor jugaba entre sus piernas. Se querían, se querían y querían demostrarlo. Querían morder los principios establecidos, las complicaciones, masticarlos y lamerlos para convertirlos en los suyos propios. Querían mezclar el olor de la playa con el de la pasión, querían estar ciegos por momentos para poder tocarse sin tapujos, para llevar el sentido del tacto al máximo extremo.
Querían reducir el mundo a cuatro elementos: ella, él, la playa y la botella.



Y lo hicieron, vaya si lo hicieron.

1 comentario:

Justiciero dijo...

Jajajaja
Que porno! ^^
El hecho de meter una botella por en medio me da mucho que pensar...humm
Me gusta mucho mas asi, parece que tiene mas estilo.