miércoles, 22 de septiembre de 2010

Seis de la mañana

Seis de la mañana, de una mañana que aún era noche. La luz de las farolas se abría paso entre las rendijas de la persiana para llegar a una cortina blanca que amablemente la dejaría llegar hasta sus senos, tersos. Ella. Límpida, rubia, casi virginal. Ella. Recién follada, placidamente dormida, con un mechón de pelo despeinado cruzándole el cuello. La sábana azul recorría sus caderas anchas y huesudas para depositarse en su rodilla y dejar a la vista de los delgados rayos de luz todo su cuerpo. Ella: desnuda, ignorante, feliz.

Seis de la mañana, de una mañana que aún era noche. La ceniza del cigarro avanzaba con cada calada, con cada suspiro de resignación. Él. Desnudo, moreno, alto, masculino. La concreción perfecta del adjetivo guapo. Resignado, cubriendo timidamente su cuerpo desnudo, triste, melancólico. Su cara delataba el sentimiento de culpa que embriagaba todo su cuerpo y todo su ser. Su cara delataba que, Dios lo sabía, lo intentaba, intentaba dejar de pensar en su olor, en su cuerpo desnudo, en la pasión que derrochaban en el abandono de sus almas, en las caricias a escondidas, en los besos culpables y en la saliva prisionera de su secreto, inconfesable. Dios sabía que lo intentaba con todas sus fuerzas, pero eso daba igual, aquellos intentos conllevaban el más absoluto de los fracasos.
La miró fijamente. Preciosa. Perfecta. Todo lo que un hombre podría desear, joder. Pero no podía, no podía parar de pensar en sus ojos verdes, enormes, en su mandíbula ancha y en sus labios, carnosos, cortados por el frio, secos e increiblemente dulces. No, no podía dejar de pensar en él.

Seis de la mañana, de una mañana que siempre sería noche.

5 comentarios:

Justiciero dijo...

O_O

desconocida dijo...

Joder Majo, espero que lo hayas escrito en tu nueva libreta moleskine, porque es digna y muy digna de ella. Me he metido en la peli, lo juro, si no llega a ser por los ojos verdes, hubiera sido yo la chica.

Mei dijo...

Los ojos verdes son de un chico...libretas!

krs dijo...

Te dije que al final escribirías novela erótica...

Eco dijo...

Qué bonito y triste a la vez.

Pero... si le van los tíos, le van los tíos, poca cosa se puede hacer.